NIÑAS DE COMUNIÓN

NIÑAS DE COMUNIÓN

Los primeros años de Peter&Molly ni siquiera me planteé vestir a niñas de Comunión. No sólo, aunque también, porque mi primera tienda era muy pequeñita sino, sobre todo, porque me parecía imposible encontrar un proveedor que tuviese los vestidos que yo habría querido ofrecer.

Cada primavera, pasaba por delante de una tienda similar a la mía, “El taller de las Hadas”, y me quedaba maravillada con los modelos de Comunión que tenían en el escaparate. Todos me gustaban, eran sencillos y elegantes y con un toque sutil de inocencia, que no ñoñería, que me encantaba. Isabel y Eugenia, las dueñas de “El taller de las Hadas”, habían decidido emprender su aventura, en la que ocupaban un lugar privilegiado los vestidos de Comunión, después del cierre de la emblemática tienda de ropa de niños en la que habían trabajado durante años. Sus vestidos de Comunión, tan delicados y con tanta personalidad, se confeccionaban a medida con tejidos y puntillas 100% naturales. ¡Eran realmente preciosos!

Después de algunos años, la tienda de “El taller de las Hadas” desapareció y sus dueñas, aun manteniendo su gran amistad, empezaron nuevos caminos profesionales.

Creo que fue en 2013 cuando Eugenia vino a verme para proponerme llegar a un acuerdo y ofrecer sus vestidos de Primera Comunión en Peter&Molly. Como fácilmente imaginareis, estuve más que encantada. No habría podido pensar mejor manera de entrar en el maravilloso mundo de los vestidos de Comunión que en colaboración con Eugenia y su taller de las hadas.

Desde entonces, todas las temporadas, disfrutamos encontrando el vestido de Comunión perfecto para cada una de las niñas a las que vestimos ese maravilloso día. Eugenia siempre dice que “cada niña tiene su vestido”, así que, es nuestra tarea ponernos a vuestro servicio y  ayudaros en su busca.

El muestrario de vestidos va creciendo cada año. Eugenia incorpora variaciones o novedades en base a tendencias o, sencillamente, siguiendo su instinto e inspiración.

Los modelos que os ofrecemos en tienda son sólo para probar, como una “toile”. Se trata de apreciar con ellos, cuando las niñas los prueban, qué le va mejor a cada una. Hay veces que el proceso es rápido porque, de repente, es probar alguno de los vestidos y darse cuenta, todo el mundo a la vez, de que lo hemos encontrado. Otras veces hay que dar más vueltas y “diseñar” un vestido diferente a todos los que estamos probando: el cuello cuadrado de éste, la puntilla pequeña del de más allá, la manga francesa de este otro…. Y, al final, siempre, el vestido ideal.

Una vez que el modelo y los tejidos están seleccionados, tomamos medidas de la niña y empieza el proceso de confección.

Aproximadamente un mes antes de la Comunión hacemos la prueba del vestido y, si fuese necesario, se hace otra prueba unos 15 días antes.

La prueba del vestido es un buen momento para completar con una corona o tocado para el pelo, una chaqueta, una capa,… o lo que veáis apropiado. Si queréis,  también podemos ofreceros muchas opciones para estos complementos, siempre todo artesanal y a vuestro gusto.  

Unos días antes de la Comunión, … voilá!!... el vestido,  perfectamente planchado y encañonado, preparado para que su pequeña dueña esté preciosa.